Gandulfo: “Cuando hay una contingencia climática, la actividad se detiene porque no tenemos rutas preparadas para soportar el tránsito pesado”

Eduardo Marcelo Gandulfo, experto en logística y seguridad, destaca la necesidad de mejorar las rutas, reactivar el ferrocarril y establecer aeródromos en puntos estratégicos.

Revista31/03/2025Salta MiningSalta Mining
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En un contexto donde la minería en Salta y en el Noroeste Argentino (NOA) se ha convertido en un motor crucial de la economía regional, el mejoramiento de la infraestructura vial existente, la activación de la vía férrea y la construcción de aeródromos de campaña en tres nodos logísticos: 1. San Antonio de los Cobres, 2. Pocito o Tolar Grande y 3. Socompa (sumados a los ya existentes)— deberían analizarse como objetivos estratégicos de término inmediato y de medio alcance. 

Estos temas deberían ser tratados en una mesa de trabajo integrada por referentes de los gobiernos regionales y nacionales (incluidos municipios), empresas mineras instaladas y cámaras de proveedores de insumos y servicios mineros. 

Se trataría de un desafío sin precedentes, considerando que muchas empresas mineras ya se encuentran en producción.

Esta opinión es sugerida por Eduardo Marcelo Gandulfo, socio gerente y director operativo de la empresa de servicios V.A.C.U. SRL, quien cuenta con más de 40 años de experiencia en logística y seguridad, además de un pasado formativo en el Ejército Argentino y la actividad comercial privada. 

Gandulfo destaca la urgencia de abordar estos problemas, los cuales se suman a otros ejes estratégicos nacionales, como el Corredor Bioceánico y el desarrollo turístico regional.

V.A.C.U. SRL tiene bases operativas en Salta, Tucumán y Santiago del Estero; en Jujuy, trabaja para sus clientes a través de una empresa local. Esto hace que Gandulfo sea un profundo conocedor de la problemática planteada e interesado primario en su abordaje. 

Además, destaca que, en la situación actual, la seguridad vial es un factor determinante para garantizar la transitabilidad de las rutas nacionales 51 y 52, las únicas vías de comunicación activas hacia la Puna. 

Estas rutas se han convertido en un verdadero cuello de botella debido a los cortes frecuentes ocasionados por factores naturales e imprudencias humanas, con impactos directos en la vida de las personas, la actividad económica local y el desarrollo minero y turístico.

Consecuencias  de alto impacto económico y vital

En los últimos años, la falta de infraestructura vial e inversiones a lo largo del corredor minero ha sido un tema recurrente, lo que hacía previsible el colapso que hoy se observa en la Puna frente a los desastres naturales de la época estival. 

Estos fenómenos han afectado gravemente los principales caminos que conectan los yacimientos mineros con la ciudad de Salta.

Tras el temporal ocurrido en los primeros días de marzo, las rutas nacionales 51 y 52 quedaron gravemente afectadas, con más de 30 cortes a lo largo de la Quebrada del Toro, la Quebrada Jujeña y la Cuesta del Lipán. Esta situación paralizó la actividad minera en la región, ya que los aludes inhabilitaron las rutas, poniendo en duda la capacidad de la minería para desarrollarse sin interrupciones.

“Cada vez que hay una contingencia climática, la actividad se detiene porque no tenemos rutas preparadas para soportar el tránsito pesado y continuo que se requiere, ni otras vías de comunicación habilitadas que garanticen su sostenimiento. Necesitamos una red vial, ferroviaria y aérea combinada, con nodos logísticos en puntos estratégicos, que garanticen fluidez, accesibilidad, seguridad y economía de esfuerzos”, afirma Eduardo Gandulfo a Salta Mining.

Según un informe reciente de la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, la falta de infraestructura adecuada está limitando el potencial de exportación de minerales clave como el litio y el cobre, cuya demanda mundial continúa en aumento. 

Se plantea la creación de un corredor vial de 1.088 kilómetros que funcionará como un anillo de transporte minero, además de la rehabilitación y puesta a punto de los ramales C15, C14 y C12 del ferrocarril.

Transitabilidad segura en las rutas mineras actuales 

Para abordar de manera inmediata la problemática, Gandulfo sugiere dotar a las rutas mineras de infraestructura básica y activar un sistema de “uso necesario” de transitabilidad para el transporte pesado y de personal desde la actividad privada. Esto garantizaría que las rutas sean utilizadas exclusivamente por quienes realmente necesitan transitarlas, bajo normas de seguridad industrial, patrimonial y vial establecidas por cada empresa minera para el tránsito de vehículos propios, contratados y subcontratados.

Este modelo permitiría una supervisión controlada en tiempo real mediante medios de comunicación de última generación, organizando convoyes de transportes pesados (personal, cargas peligrosas, cargas generales y de extra medida) con escoltas en transportes livianos. De esta manera, se garantizaría la transitabilidad segura de día y de noche, con señalización adecuada y respeto de las normas viales en ambos sentidos.

La expansión del sector minero en la región del NOA (Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca) enfrenta un desafío crítico: la necesidad de mejorar la infraestructura vial y ferroviaria para garantizar la competitividad y el crecimiento sostenible de la actividad. Hasta que se logre este objetivo, la sostenibilidad del sector requiere acciones inmediatas de seguridad impulsadas por las propias empresas mineras. Estas medidas permitirían reducir riesgos, accidentes y demoras innecesarias, optimizando los recursos y reduciendo costos.

Hoy en día, la mayoría de las mineras trabajan con plataformas de control de recursos y normas internas de cumplimiento estricto, tanto para sus operaciones como para las de sus contratistas. Por lo tanto, las medidas propuestas podrían implementarse de manera rápida y efectiva.

El ferrocarril es fundamental

Gandulfo insiste en la reactivación del tren como un factor clave para la minería: “Por lo menos, llevar la carga hasta el polo logístico de Güemes ya sería un gran avance”, señala.

En países con geografías similares a la Argentina, entre el 80% y el 90% de la carga se transporta por tren. “Un solo vagón de tren equivale a dos camiones, y un tren completo puede transportar 40 vagones o más. Esto reduciría significativamente el tráfico pesado en las rutas y, por ende, el desgaste de la infraestructura vial”, explica.

Seguridad y planificación: claves para la minería del futuro

Más allá de la eficiencia logística de cada empresa minera, la seguridad vial es una preocupación central para Gandulfo. 

“Aunque la Ruta 51 esté pavimentada, seguirá siendo un cuello de botella si no se integran ambas vías de comunicación”, advierte.

Además, destaca que un transporte eficiente es clave no solo para la minería, sino también para las comunidades locales y el desarrollo turístico. “El turismo es una fuente fundamental para el crecimiento económico de la región. Si queremos una actividad minera sostenible, necesitamos infraestructura que beneficie a todos”, concluye el especialista Eduardo Gandulfo.

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