“Oportunidades y desafíos en la revolución de los vehículos eléctricos”

John Walker habla sobre la importancia del litio en la transición energética y como Salta debe aprovechar esta situación para atraer las inversiones existentes.

Opinión 30/05/2024 Salta Mining Salta Mining
John Walker

por John Walker

La transición global hacia los vehículos eléctricos y las energías renovables ha creado una demanda sin precedentes de baterías de iones de litio. A medida que los gobiernos de todo el mundo implementan políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para promover la descarbonización a través de la electrificación, este es el momento de capitalizar la minería del litio.

En Salta, una región dotada de importantes recursos de litio, la industria minera tiene una oportunidad única para aprovechar estos desarrollos. Sin embargo, actuar con rapidez y asertividad antes de que la creciente viabilidad del reciclaje de litio disminuya la demanda de materia prima en las próximas tres décadas es fundamental.

Los principales fabricantes de automóviles y productores de baterías continúan aumentando sus inversiones en gigafábricas en Asia y Europa para satisfacer la demanda y se prevé que esta tendencia continúe. Al mismo tiempo, existe un creciente interés en reciclar litio procedente de desechos de fabricación de baterías, incluyendo tanto productos fuera de especificación como baterías al final de su vida útil. Dentro de 30 años, se prevé que la mayor parte de las necesidades mundiales de litio se cubrirán probablemente mediante el reciclaje.

Esto significa que las empresas mineras en Salta deben actuar con rapidez para capturar el mayor valor posible de sus recursos e inversiones existentes. Los proyectos mineros deben alinear sus estrategias enfocándose en un desarrollo rápido y en la excelencia operativa para aprovechar este mercado en crecimiento de manera efectiva.

Ya que la demanda litio se encuentran geográficamente lejos de la provincia, la logística se vuelve vital, especialmente en el contexto de que el carbonato y el hidróxido de litio se degradan rápidamente durante el transporte, tornándose inutilizables sin reprocesamiento.

Al mismo tiempo, el transporte de algunos compuestos de litio está sujeto a estrictas regulaciones impuestas por las autoridades de transporte nacionales e internacionales, como el Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas (IMDG), las regulaciones de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y las regulaciones de las autoridades de transporte por carretera. El cumplimiento de estas regulaciones añade complejidad y costos a esta logística.

Nuevos procesos innovadores pueden facilitar este desafío, como la extracción directa de litio, que si bien es una tecnología comparativamente nueva, parece cada vez más prometedora.

El entorno hiperinflacionario en Argentina también dificulta la previsión de los costos de construcción y los costos futuros de fabricación de los nuevos proyectos que se planifican, lo que hace que la financiación de los proyectos sea compleja y desafiante.

El proceso de validación de productos de la industria automotriz es multifacético, requiere mucho tiempo e inversión, por lo que solo son viables si se garantizan grandes cantidades, durante varios años, lo que significa que los proyectos deben tener un tamaño significativo y eso conlleva un alto costo de inversión inicial.

El desafío clave para los nuevos proyectos mineros es cómo ingresar al mercado rápidamente y al mismo tiempo reducir el riesgo de sus proyectos para ayudar a recaudar financiamiento y conservar el mayor potencial de generación de valor posible.

Cada vez más, parece que el camino a seguir es una construcción modular de la capacidad. Esto significa producir un producto parcialmente terminado, como carbonato de grado técnico, cloruro de litio o sulfato de litio, que pueda transportarse al mercado de consumo para luego ser refinado o convertido en una forma que pueda usarse en la industria de las baterías.

Los refinadores pueden entonces gestionar la validación y el control de calidad. La conversión de un producto intermedio en un compuesto de litio con calidad para vehículos eléctricos también podría satisfacer el requisito de la directiva de baterías de la Unión Europea (UE) que requiere de una cantidad mínima de material producido en la región, ya que el cambio del Clasificación Industrial Estándar (SIC) cambiaría el origen del producto a la UE u otra geografía.

Al adoptar esta estrategia a medida que crecen las ventas, se puede agregar capacidad de extracción directa de litio adicional de forma modular para abastecer el creciente mercado de materiales para baterías. Esto minimiza los riesgos técnicos y financieros y, al mismo tiempo, captura gran parte del valor lo más rápido posible.

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