Minería y divisas: el pulso estratégico de un sector que sostiene la economía argentina

El oro y la plata siguen traccionando las cifras, mientras el litio asoma como el próximo gran protagonista en un escenario que exige planificación, infraestructura y reglas claras.

Argentina25/11/2025Salta MiningSalta Mining
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Ingreso de divisas

La minería argentina atraviesa un momento de consolidación silenciosa pero decisiva. Sin grandes estridencias mediáticas, el sector viene profundizando su aporte a la macroeconomía nacional, especialmente en un contexto donde la generación de divisas es determinante para estabilizar expectativas y robustecer las reservas. El análisis del COMEX para los primeros siete meses de 2025 confirma una tendencia: la minería ya no es un actor secundario, sino un engranaje central del modelo exportador.

El crecimiento del 42,4% interanual en el ingreso de divisas entre enero y julio de 2025 es una señal contundente. El binomio oro-plata continúa siendo el motor principal del sector y sostiene un historial de superávit que resulta vital en tiempos de restricciones externas.

En 2024, la minería cerró con un saldo positivo de USD 4.694 millones. Y las proyecciones para los siete meses de 2025 muestran un superávit que alcanza los USD 2.949 millones, con exportaciones por USD 3.061 millones frente a importaciones de apenas USD 112 millones. Una ecuación difícil de igualar por otros sectores productivos.

Esta performance, lejos de ser un fenómeno coyuntural, se inscribe en una trayectoria consolidada. Entre 2010 y julio de 2025, el aporte total de divisas asciende a USD 59.647 millones. Solo en julio de este año, el sector inyectó USD 324 millones al flujo de dólares del país.

DIVISAS

La minería entre los gigantes exportadores

El hecho de que la minería se ubique en el quinto lugar entre los principales complejos exportadores de la Argentina habla de su creciente influencia estructural. Este ascenso no solo refuerza la matriz productiva del país, sino que también realza la importancia de diseñar políticas que potencien su desarrollo, amplíen su capacidad operativa y garanticen previsibilidad a largo plazo.

La estabilidad del superávit minero contrasta con la volatilidad que exhiben otras actividades exportadoras, posicionando al sector como una fuente confiable en materia de divisas. Esta previsibilidad es un valor estratégico en un escenario económico nacional que aún navega entre tensiones y ajustes.

Litio, un mineral que toca al NOA y redefine el futuro

Aunque las cifras oficiales del INDEC no detallan posiciones alcanzadas, se estima que el litio —uno de los minerales más codiciados de la transición energética— será el gran vector de crecimiento en los años venideros. Las proyecciones globales y el interés de los grandes mercados anticipan una década de expansión sostenida.

El desafío será transformar ese potencial en desarrollo concreto: infraestructura vial y energética, régimen tributario competitivo, fortalecimiento institucional y, sobre todo, previsibilidad para atraer inversiones de largo plazo. El litio no solo representa divisas; es una oportunidad para diversificar la oferta exportadora y elevar el valor agregado local.

El panorama minero argentino muestra señales claras, superávit sólido, crecimiento sostenido y un horizonte de expansión marcado por el litio y otros minerales críticos

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