La minería argentina podría quintuplicar sus exportaciones en menos de una década

Según un informe de BBVA Research el desarrollo del litio y el cobre, junto con el nuevo RIGI, podría llevar al país a multiplicar por cinco sus exportaciones hacia 2032.

Argentina19/11/2025Salta MiningSalta Mining
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El proyecto de litio Centenario–Ratones de Eramine, es uno de los emprendimientos mineros claves de Salta.

En un mundo atravesado por la transición energética, los minerales críticos como el litio y el cobre se han convertido en activos estratégicos para la industria global. Países con riqueza geológica, como Argentina, están en un momento decisivo: o logran transformar su potencial en producción y exportaciones, o quedan relegados en un mercado que se redefine año a año. Con el nuevo Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI) y un contexto internacional de fuerte demanda, el país aparece más cerca que nunca de consolidarse como un jugador minero de escala mundial.

Ese es el escenario que describe el informe de BBVA Research, donde Argentina emerge con la posibilidad concreta de multiplicar por cinco sus exportaciones mineras hacia 2032, lideradas por el litio y luego por el cobre. El informe es contundente: el potencial minero argentino permitiría superar los USD 25.000 millones anuales de exportaciones, multiplicando por cinco el nivel actual.

Este crecimiento estaría impulsado por dos minerales Primero por el litio, que será el motor del salto exportador. La producción argentina de litio creció de manera exponencial, consolidando al país como un proveedor estratégico global. El informe proyecta que Argentina podría abastecer hasta el 20% de la oferta mundial de litio hacia 2033.

Actualmente, ya supera a la plata como segundo complejo exportador minero y representa el 14,4% del total del sector. Con nuevos proyectos en marcha, se espera un “salto significativo en volumen” en los próximos años.

El cobre se presenta como la gran oportunidad que aún no se aprovecha. Argentina no produce cobre desde 2018, tras el cierre de la mina Bajo de la Alumbrera, pero su potencial es comparable al de los grandes distritos chilenos. Según BBVA Research, el país podría pasar de exportar 0 a USD 11.700 millones anuales hacia 2033.

Pese a no producir cobre, hoy tiene proyectos de escala global como Josemaría, Los Azules, Taca Taca y El Pachón que podrían revertir esta situación ya que en conjunto se trata de una inversión estimada de entre USD 15.600 millones y USD 19.000 millones. Recientemente se anunció el Proyecto Vicuña en la provincia de San Juan, ingresaría al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) con una mega inversión de USD 15.000 millones.

En el documento, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) aparece como la herramienta clave para atraer estas inversiones multimillonarias en cobre, litio y otros minerales. El RIGI es una herramienta clave para desbloquear el vasto potencial minero de Argentina. Está diseñado para atraer capitales de largo plazo ofreciendo: beneficios fiscales (estabilidad y previsibilidad tributaria), ventajas cambiarias (acceso a divisas y flexibilidad en la repatriación de capitales) y estabilidad regulatoria (un marco claro y duradero por 30 años).

Este instrumento busca transformar el panorama minero, catalizando inversiones multimillonarias que impulsarán el crecimiento económico, la generación de empleo y el posicionamiento de Argentina como un proveedor global de minerales críticos para la transición energética.

Según el informe, Argentina comparte con Chile y Perú la porción oriental del Cinturón Andino, donde se localizan los yacimientos de oro, plata, cobre y litio más importantes del mundo. Aunque el país ha estado históricamente subexplorado, posee “una riqueza geológica comparable a la de los mayores productores, especialmente en minerales críticos para la transición energética”.

Actualmente, el litio es el motor del crecimiento minero argentino. En el llamado Triángulo del Litio, formado junto con Bolivia y Chile y que concentra más de la mitad de las reservas mundiales en salmueras, Argentina se ubica como el tercer productor mundial, con proyectos de primer nivel en Salta, Jujuy y Catamarca.

A la vez, el país cuenta con una cartera de 119 proyectos mineros en distintas etapas, incluyendo varios de cobre que podrían cambiar el mapa productivo nacional. Entre ellos se destacan Josemaría, Los Azules, Taca Taca, El Pachón y el nuevo proyecto Vicuña en San Juan, que podrían significar inversiones estimadas entre USD 15.600 y 19.000 millones, más USD 15.000 millones anunciados para Vicuña bajo el RIGI.

La situación actual: un punto de partida bajo, pero con un horizonte claro

Pese a su potencial, la contribución de la minería al PIB argentino es hoy menor al 1%, muy por debajo de países como Canadá (4%), Australia (10%) o Chile (14%). En el comercio global, la participación argentina es inferior al 0,5%. Además en 2024 la minería ocupó el 6º lugar entre los complejos exportadores del país.

Santa Cruz y San Juan concentran la mayor parte de las exportaciones actuales, dominadas por oro y plata, mientras la producción de oro se encuentra en una meseta descendente y necesita nuevos proyectos. Por otr lado, la plata se mantiene estable alrededor de las 1.000 toneladas anuales. En otras palabras, Argentina parte de una base baja y desaprovechada, pero con una riqueza geológica excepcional y un contexto internacional que impulsa la demanda de minerales clave.

Argentina está ante una oportunidad histórica

Con una demanda global creciente, una cartera robusta de proyectos y un nuevo marco regulatorio más competitivo, Argentina se encuentra frente a un punto de inflexión. Si logra superar los desafíos estructurales —infraestructura, estabilidad macroeconómica y coordinación política— podría transformarse en uno de los protagonistas del mercado minero mundial.

El país cuenta con los recursos, los proyectos y la atención internacional para hacerlo. La estimación de quintuplicar las exportaciones mineras hacia 2032 no es un escenario optimista: es el reflejo de un potencial concreto, avalado por datos, inversiones en marcha y tendencias globales. Argentina tiene una de las oportunidades económicas más claras de las próximas décadas. El desafío ahora es aprovecharla.

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