Alejandra Cardona: “El cobre y el litio, son dos oportunidades que Argentina no puede desaprovechar”

La Directora Ejecutiva de CAEM analiza el presente y futuro de la minería en Argentina, destacando el papel clave del litio y cobre, los desafíos para proveedores y la importancia de la sustentabilidad.

Revista30/09/2024Salta MiningSalta Mining
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La directora Ejecutiva de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) habló con Salta Mining del presente de la institución, del trabajo que realizan en esta nueva etapa y de las proyecciones, especialmente en el NOA.
Cardona ofrece una visión detallada sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria minera en Argentina en el contexto de un nuevo ciclo de gobierno. A lo largo de la conversación, destaca el rol clave que juegan la minería del cobre y del litio, así como las estrategias que CAEM está implementando para acompañar el crecimiento del sector, especialmente en la región del NOA. También habla sobre la importancia de los proveedores locales, la necesidad de alianzas interprovinciales y el enfoque hacia la sostenibilidad como motor de desarrollo a largo plazo para la minería en el país.

¿Cómo se presenta el año de CAEM, con la nueva gestión de gobierno nacional?

Este es un año de trabajo muy intenso. Para esta misma época en 2023, hacíamos un trabajo de vinculación con quienes tenían posibilidades de asumir algún rol en la función pública. Entonces, sentíamos la necesidad de compartir cuál era la actualidad de la minería y cuáles eran las proyecciones. Lo cierto es que hoy el sector es observado desde adentro, desde las distintas provincias, que ven en la minería una oportunidad. Y desde fuera también. Nuevamente se habla de Argentina en espacios donde desde hace un tiempo, se había dejado de hablar o de considerar. Eso también supuso un análisis de la situación y una redefinición de las acciones de la Cámara en ese sentido. Desde la Cámara acompaña al sector y a las empresas asociadas, facilitándole los procesos y la comunicación con los interlocutores sociales e institucionales. Por primera vez en muchos años tenemos una oportunidad enorme por delante y es importante aprovecharla. 

¿Cuáles son las oportunidades que ofrece en la minería del cobre y del litio? ¿Vamos a ir también por las tierras raras?  

La oportunidad viene dada porque hay un faro que orienta ciertas acciones que tienen que ver con los propósitos que se establecen en algunos países. La agenda climática, por ejemplo, demanda que seamos cada vez más eficientes en la producción, en la generación de energía y en el consumo de la energía. Hacer frente a estos desafíos supone que tengamos dispositivos renovados, llamados transición energética. Esto solo es posible si hacemos minería. En ese contexto, los países que pueden producir los minerales que se necesitan para esa transición van a tener, obviamente, un rol destacado. Allí es donde aparece la oportunidad para Argentina con el cobre y el litio. En cuanto al litio, ya estamos produciendo desde hace un tiempo y uno de los principales destinos es convertirse en baterías. Pero también tiene otras aplicaciones que tienen que ver con la tecnología, lo que representa una transición digital. El cobre aparece allí como un mineral clave en todos estos cambios. Argentina tiene lo que muchos países no tienen, que son proyectos de cobre de clase mundial. Decimos clase mundial cuando nos referimos a proyectos de gran envergadura. Tenemos esa oportunidad por delante. Eso significa poder satisfacer esa demanda externa. 

¿Cómo se traduce todo eso? 

Se traduce en empleo de calidad, en proveedores, en la reactivación de las economías regionales. Hoy las provincias mineras tienen un dinamismo que no veíamos hace mucho tiempo. De repente el NOA es la zona más dinámica de todas. Cuando se habla de minería, la mayoría de las personas piensa en la minería es metalífera, y eso nos remite al oro y la plata, que hoy lideran las exportaciones y dan los números más significativos de la producción económica de ese sector. También aparecen el litio y el cobre ganando posiciones y creo que esa es una oportunidad enorme. Debo decir que, la minería no es la salvación del país, pero sí es uno de los sectores que puede contribuir a que mejoremos las variables de la macroeconomía que hoy tanto nos preocupan a todos, por ser un país que depende casi exclusivamente del campo.

Hay un sector es clave: los proveedores. ¿Existe miedo de que lleguen proveedores de otras provincias y de otros países?

Cuando empecé a trabajar en minería hace 20 años y vos mencionabas proveedores, se venía la imagen del que alquila camionetas, el que prestaba servicios de consultoría ambiental y capaz que mencionabas un par de rubros más. Hoy tenés una diversidad de rubros que es enorme: catering, provisión de ropa, transporte, servicio de seguridad, comunicaciones, lo que te imagines. Y esa diversidad no es exclusiva del sector minero, con lo cual hay muchos proveedores de otras industrias que también proveen a la minería. Hay quienes debieron reconvertirse, porque la minería tiene estándares exigentes que hay que cumplir. Pero es cierto que existe un temor en los proveedores locales de que lleguen proveedores de otras provincias o países, a ocupar su lugar. Por eso, la mayoría de las provincias mineras han establecido algunas reglas de “compre local”. Y bueno, las empresas se ajustan a eso, porque en muchos casos tienen condicionado el acceso a los permisos que necesitan para poder llevar adelante sus proyectos a dar cuenta de que efectivamente están contratando mano de obra y proveedores locales. Hace dos décadas hablábamos de la pavimentación de la ruta 51, pero no era prioridad para la agenda oficial. Hoy si lo es. Si nos anticipábamos íbamos a ganar mucho tiempo. La minería recién ahora está en la agenda pública. No quiero que se interprete como que no fue considerada, sino simplemente no era prioritaria. El enfoque del país estaba más ligado a otros sectores productivos. La minería era como algo más lejano. En la actualidad de las provincias mineras, los proveedores están marcando la agenda, diciendo: un momento, aquí estamos nosotros. Está bien que así sea, porque son provincias que han sufrido postergaciones durante muchos años y ven ahora la posibilidad de desarrollarse. 

La minería es una actividad que se piensa a largo plazo. Entonces, cuesta que se entienda del otro lado. Te doy un ejemplo concreto. Todos hablamos ahora de cobre y de litio, y lo pensamos en términos de producción. Ahora, si yo te digo que un proyecto para construir se va a demandar 4 o 5 años y 2 años más para poner a punto su planta de producción, por decirte, un plazo que es medianamente razonable, vale decir que recién en 2030 tengamos alguna producción de cobre si empezamos hoy.

Eso también la gente lo tiene que entender, ¿verdad?

Claro, porque uno vive preso de la inmediatez que posiblemente nos dan las redes sociales. Que todo deber ser ya y no podemos esperar. Pero la minería tiene otros tiempos. Por ejemplo, poner a punto un campo lleva 2 o 3 años y ya estás produciendo. Y minería no funciona así, es más complejo, la accesibilidad es otra, tenés que pensar que hay que construir un proyecto minero en la cordillera, tenés que llevar todos los materiales, la gente, electricidad, gas, agua. Es decir todo, porque no hay nada. Y tenés que montar ahí una tremenda instalación, para ponerla productiva, en un clima hostil, en una altura que te mezquina el oxígeno. Es muy difícil. Además hay que cumplir  con normas, estándares. Hay que satisfacer muchas demandas. Sin embargo no es una situación que amedrente a las empresas, por el contrario, a los mineros nos gustan los desafíos. Pero sabemos también que no siempre se logran. La minería te cuesta muchos intentos que no logran sus objetivos, pero cuando los alcanza comienza otra historia. Las estadísticas señalan que uno de cada cien proyectos se convierte en mina, y es real.

Las provincias organizaron mesas del cobre, del litio. ¿Están bien encaminadas?

Hay una comprensión de que en este este sector no se puede trabajar desde las individualidades. Por primera vez, se ve claramente una intención de buscar construir un grupo que trabaje por intereses comunes. Este es el caso de las provincias del litio, donde tres gobernadores entendieron que en conjunto pueden alcanzar los objetivos. Lo mismo sucede con el cobre ahora. En Arminera, que es nuestra faria, el año pasado constituimos la Mesa del Cobre de las empresas de CAEM y, un tiempo después, se materializó en una alianza de los gobernadores de las provincias donde están los proyectos cupríferos. En la Mesa del Litio fue al revés, primero se constituyeron los gobernadores y a continuación se armó la mesa de las empresas. Esto tiene que ver con las con las particularidades que tienen los diversos minerales y las posibilidades de producción. Los del cobre no manejan los mismos tiempos, ni los mismos volúmenes de inversión, ni las mismas problemáticas, ni las mismas posibilidades que los del litio. Entonces las agendas son distintas. Lo mismo pasa con el oro, la plata y la minería de áridos. Está última está preocupada porque hay una paralización de la obra pública, que es donde ellos vuelcan su producción internamente. No están preocupados por el tema de las exportaciones del mismo modo. Esa diversidad de realidades para CAEM fue un desafío, que nos llevó a trabajar cada uno de estos temas con sus particularidades y logramos un entendimiento con el gobierno. para poder articular.  

Hay nuevas provincias que aparecen en escena...

Por otra parte, aparecen también en escena las provincias de la región central, que si bien no tienen tradición de producción minera metalífera, caso Córdoba o Santa Fe, quieren sumarse como proveedoras de la industria, quieren ser parte. En Argentina Mining Salta, fue impresionante la cantidad de empresas de otras provincias que vinieron y eran de otras industrias y se están reconvirtiendo para entrar a la minería. 
Es bueno destacar que no hay egoísmos en esto. Si bien defendemos siempre el “compre local”, a futuro los proyectos de cobre van a necesitar muchos más proveedores de los que cada provincia puede ofrecer. Allí Córdoba y Santa Fe van a tener un rol importante. Y necesitan tiempo para planificarlo. 

¿En qué les gustaría trabajar como cámara y como lo harían?

Queremos aprovechar la oportunidad que da el momento y que tiene que ver con la promoción de los proyectos mineros y la posibilidad de conectar a los proveedores con esos proyectos. Con esto se apunta a difundir el portfolio de inversiones que tienen las empresas asociadas de la CAEM y también acercar los proveedores a los proyectos, y a los proveedores aportarles herramientas de  financiamiento que les pueden ser útiles. Esa es la línea de trabajo. Por otro lado, nosotros tenemos la representación gremial empresaria, así que la articulación con los gremios es constante. El tema del empleo y la formación, son dos temas también muy importantes de agenda. La industria necesita de personal formado y capacitado, y allí aparecen las instituciones educativas, que ofertan carreras relevantes para la industria. La inclusión y la diversidad también son temas relevantes, más allá de que en estos temas no están tan vivos en la agenda pública como hace unos años. Sin embargo, es parte de un estándar internacional que el sector minero abraza y continuará desarrollando. 

El tema de la sustentabilidad por sobre todas las cosas, es clave. Últimamente lo estoy repitiendo mucho para instalarlo, para que quede grabado. Para nosotros no hay posibilidad de desarrollar la minería, si no es sustentable, cumpliendo con todas las normativas, estándares y buenas prácticas. La vieja minería hacía lo que tenía que hacer y se iba. Ahora ya no.

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