Javier Rojas: “La minería va a cambiar la economía salteña para bien, y yo creo que eso ya se está sintiendo también”

La cuenta regresiva ha comenzado para Argentina Mining 2024, el evento más importante de la minería en Argentina, que se llevará a cabo del 28 al 30 de agosto en el Centro de Convenciones de Salta. Este encuentro reunirá a los principales referentes de la industria minera, generando una gran expectativa tanto a nivel local como internacional. En Salta Mining conversamos con Javier Rojas, Director de Argentina Mining, para conocer más sobre el impacto y la importancia de este evento que promete marcar un antes y un después en el sector.

Javier Rojas destacó la madurez y el desarrollo del sector minero en Salta, especialmente con el auge del litio. También reflexiona sobre la evolución de la provincia como un destino clave para el turismo de reuniones, y cómo la infraestructura local ha sido fundamental para el éxito del evento. 

Javier ¿sos consciente de la expectativa que se está generando en torno a Argentina Mining?

Sí, inclusive ya hay parte del equipo allá, armando la feria y nos cuentan todo el movimiento que hay. Cuando un evento crece tanto, se nota todo el movimiento que genera. 
Salta es una gran ciudad para este tipo de eventos masivos, porque ha desarrollado mucho el turismo de congresos. Eso también generan un gran derrame económico...
Mira, especialmente Salta tiene ya su estructura hotelera y turística ya armada de antes, y eso, en conjunción con un Centro de Convenciones que está siempre a la altura de todos los eventos que se realizan ahí, es una combinación fantástica para mí. O sea, es un destino para el turismo de reuniones ideal, para cualquier tipo de evento. Para nosotros ha sido siempre un lugar que ha agregado siempre valor a las cosas que hacemos, porque la calidad que tiene siempre añade este valor que te comento. 

Javier, estaba viendo la lista de sponsors y es impresionante la cantidad de empresas que se sumaron. Desde proveedores locales hasta los gigantes mineros ¿A qué atribuís esto? Al momento que está atravesando Salta con el litio, o a la apertura que está teniendo Argentina para que genera interés de las empresas para invertir...

Yo creo que hay una conjunción de cosas. Primero, el camino de Salta en la minería moderna ya tiene un largo trecho. Nosotros hicimos el primer evento en el año 2012, y después de todo este tiempo, que son ya 20 años, ha crecido todo lo que tiene que ver con los proyectos mineros. Porque cuando comenzamos todavía no llegaba el boom del litio, y, por ejemplo, todavía no producía Lindero. Y la verdad que ha sido lindo ver cómo la oportunidad se ha ido cristalizando en todo este tiempo. Sí, tomó un montón de tiempo, tomó 20 años, pero todo llega. Y el momento de Salta es ahora. Para mí, y lo será por bastante tiempo más, porque los proyectos mineros, las minas, son de largo aliento. Entonces, tenés ahí un horizonte bastante amplio como para decir, bueno, ¿por cuánto dura este veranito? Y no, dura bastante. Y desde ya que va a cambiar la economía salteña para bien, y yo creo que eso ya se está sintiendo también. Y eso, al final de cuentas, el derrame que decís vos, yo creo que se empieza a ver, y es uno de los factores importantes que tiene la actividad para hacer la vida de las personas mejor. Así que, en ese sentido, para mí, que lo vi desde, no desde antes, pero por ponerle desde el 2010 en adelante, ha sido muy bueno verlo como creció todo, y como ya prácticamente una realidad. 
Javier, y ahí me interesa mucho el formato del evento, porque tiene charlas, tienes estanes, tienes rondas de negocios, contame un poquito el detalle de Argentina Mining. Es una convención que tiene una exhibición comercial interna, una plaza de máquinas externas donde se ve la maquinaria vial y todo el equipo de la gran minería. Tiene un programa de conferencias técnicas, pero súper, súper rico en contenido y en información para tanto técnicos como para comerciales. Tiene una ronda de negocios que también ya a la fecha hay alrededor de más de 300 reuniones pactadas ya. Tiene actividades networking y sociales como el almuerzo de oradores y sponsors, y el cóctel oficial que es más multitudinario, y donde ahí celebramos todos juntos el jueves a la noche todo el tema del evento y la participación de todos los integrantes. Al comienzo de este cóctel tenemos la entrega de los premios que damos cada vez que hacemos el evento en las diferentes categorías como mujer destacada en minería, profesional destacado, proveedor minero destacado, y un par de premios que tienen como nombre uno al explorador que nombramos por mi padre, Nivaldo Rojas, y también el premio al relacionista comunitario que se llama Johannes Boon, que fue la verdad una persona que se dedicó a toda la cuestión comunitaria y que realmente puso en valor el tema de las relaciones con las comunidades cercanas como un eje principal para poder llegar adelante proyectos mineros. Así que esos premios los entregamos también el jueves a las ocho y media, en el Centro de Convenciones. 

Javier, ¿venís también de familia minera? 

De alguna forma sí. Mi padre, Nivaldo Rojas, él es chileno, yo también soy chileno, vivimos en Argentina por los últimos ya más de 30 años, así que ha sido bastante el tiempo acá y ya la tonada chilena ya se me fue. Mi padre nació en Cerro Blanco, que es un pueblo minero de Chile y venimos de antecedentes mineros. Es inevitable que siguiera con ese plan, porque bueno, uno siente como cuando se instala una mina en un lugar que a veces hay otros actores que por ahí no llegan por X razón. La mina llega y la mina cambia todas las situaciones del pueblo, así que en ese sentido siempre creo que es positivo la inclusión de la minería en sectores por ahí que son remotos y que otros agentes no llegan. 

Eso que dijiste es clave... No sé si conociste la Puna hace 15 o 20 años y tuviste la posibilidad de ir ahora, son lugares totalmente distintos. 

Bueno, lo hice. Yo recuerdo que tenía alrededor de 9 o 10 años e iba a los proyectos que lideraba en ese momento mi padre, que era con BHP en ese tiempo, cuando se instalaba acá en Salta. Iba a Diablillo, por ejemplo, y claro, había poco movimiento, la verdad. Todo siempre muy grato y el trabajo siempre durísimo, porque a mi padre cuando lo veía, pasaban dos meses en el campo prácticamente. 
O un mes y medio, un mes. Así que siempre eso era complicado, pero después entendí cómo es el tema, hay que estar en el lugar. Hace poquito, el año pasado, fui a hacer un paseo por todo lo que es La Puna, por todos los salares, y sí, ya el movimiento de gente, de camiones, de infraestructura, ya claro, es otro. Me alegra que haya avanzado tanto ese tiempo y haberlo visto también en La Puna, te da una comparativa súper concreta. 

Chile es impresionante el desarrollo minero que tiene, de hecho exporta creo que 50 mil millones de dólares, y nosotros estamos muy lejos de eso todavía. ¿Sin hacer una comparación, porque siempre son odiosas, pero cómo ves a Argentina, en el rumbo que está tomando, teniendo como referencia al país minero de la región que es Chile? 

Bueno, yo creo que está sacando claramente ventaja. Cuando un inversor ve Latinoamérica y tiene un dólar en la mano y está mirando dónde ponerlo, yo creo que hoy uno de los países más atractivos para ese inversor es Argentina. Entonces, yo creo que sí el futuro de Argentina con este curso actual de cómo se están llevando las cosas, yo creo que es positivo. Siempre hay detalles que por ahí hay que revisar en más profundidad para ver si suman o restan, pero yo creo que el camino en general es positivo y estamos todavía en un momento donde podemos sacar provecho y tener una Argentina mejor, con la minería apoyando el avance del país y de los beneficios para todos sus habitantes.