Argentina Cobre y AmCham Energy: entre la oportunidad histórica y el desafío estructural

Varios actores plantearon la necesidad de generar normativas que protejan la participación de proveedores locales frente a licitaciones dominadas por grandes firmas globales. Salta Mining realizó una amplia cobertura del AmCham Forum Energy.

Argentina06/08/2025 Por Salta Mining
ARGENTINA COBRE 2
ARGENTINA COBRE 2

Por estos días, dos eventos clave han puesto a la minería, y al cobre en particular, en el centro del debate económico nacional: la Conferencia Internacional Argentina Cobre en San Juan y el AmCham Forum Energy en Buenos Aires. Lejos de ser simples encuentros sectoriales, ambas instancias permiten leer en espejo el presente y futuro del país: uno cargado de recursos, expectativas e inversiones posibles, pero también de deudas estructurales, tensiones políticas y urgencias federales.

Salta Mining en el AmCham Energy: el cobre, eje de un nuevo ciclo

La noticia más resonante surgió en boca del viceministro de Economía, Daniel González, durante su participación en el AmCham Energy. Allí anunció que, este mismo año, al menos algunos de los grandes proyectos de cobre podrían formalizar su pedido de ingreso al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), una herramienta que busca seducir capitales de largo plazo con garantías jurídicas, cambiarias y fiscales. Aunque no mencionó nombres, el sector ya tiene en carpeta a Josemaría, El Pachón, MARA y Taca Taca, todos de escala internacional.

Este anuncio no llega solo. La minera McEwen Copper decidió unificar las fases del megaproyecto Los Azules (uno de los diez yacimientos de cobre con mayores recursos del mundo) y presentó ante el RIGI una inversión total por US$ 2.672 millones. En paralelo, José Morea, CEO del proyecto Vicuña, la fusión de Josemaría y Filo del Sol, lanzó una afirmación potente: “Podría ser la inversión extranjera directa más grande en la historia del país”.

Lo que está en juego es una ventana de oportunidad histórica: Argentina podría insertarse de manera decisiva en la cadena de valor del cobre, un mineral estratégico para la transición energética global, la electrificación del transporte y la industria tecnológica.

¿Puede el RIGI dinamizar la inversión?

El RIGI se ha convertido en un eje de la política económica del gobierno nacional. Para González, su éxito radica en haber acelerado proyectos que estaban en duda. “Esto muestra cómo este gobierno quisiera que funcione la economía: con menor carga impositiva, acceso libre al tipo de cambio y estabilidad jurídica”, dijo. Sin embargo, la pregunta de fondo no es solo técnica, sino política: ¿Hasta qué punto puede un régimen de incentivos superar los cuellos de botella históricos de la Argentina

Las respuestas parecen divergir según se mire desde Buenos Aires o desde las provincias productoras.

Salta Mining en el AmCham Forum Energy

Salta Mining realizó una completa cobertura del AmCham Forum Energy, realizado en Buenos Aires, que tuvo el foco en el RIGI y en la articulación público-privada.

AmCham

Federalismo en disputa

El contraste entre el discurso de González y las intervenciones de los gobernadores del norte minero es notable. El gobenardor Carlos Sadir (Jujuy) participó del Argentina Cobre reafirmando la necesidad de integrar a su provincia al nuevo boom cuprífero, ampliando su perfil más allá del litio. Desde allí, el reclamo es claro: más infraestructura, más información geológica y reglas claras que permitan atraer inversiones sin resignar desarrollo local.

Pero fue el gobernador salteño Gustavo Sáenz quien dio el golpe político más fuerte del encuentro. Desde el panel “El momento de la minería”, reclamó con dureza reciprocidad al gobierno nacional. “La lealtad es una avenida de ida y vuelta”, afirmó, en clara alusión a la falta de respuestas concretas de Nación ante las necesidades provinciales. Sáenz no se quedó solo en el reclamo político, sino también propuso una visión clara de país, donde “dejemos de ser un país con minerales para convertirnos en un país minero”.

Su intervención no fue solo emocional. Sáenz enumeró con precisión las falencias estructurales que impiden ese salto cualitativo, que van desde la falta de rutas y gasoductos hasta el centralismo económico, y advirtió que sin condiciones básicas no se podrá atraer capitales genuinos ni garantizar licencia social en las comunidades.

El discurso de Sáenz expuso una tensión de fondo que atraviesa a la minería argentina: la contradicción entre un modelo basado en grandes inversiones extranjeras con exenciones amplias, y las aspiraciones de las provincias por captar más valor agregado, empleo y desarrollo territorial.

Privatizacion del Belgrano Cargas

En este contexto, el proceso de privatización del Belgrano Cargas emerge como una jugada estratégica. El Gobierno nacional apuesta a que la minería se convierta en un actor central del nuevo esquema ferroviario. Aunque se descarta que las empresas mineras sean compradoras directas, sí se espera que cierren acuerdos con los futuros concesionarios, para asegurar el transporte a puertos de Rosario, Zárate y Campana.

Esto podría bajar sensiblemente los costos logísticos de proyectos clave en Salta, Jujuy, Catamarca y San Juan. La posibilidad de unir por tren estos territorios con el Pacífico chileno o con los grandes puertos del Atlántico no solo cambia la escala del negocio, sino que redefine el mapa económico del país.

Vicuña, una promesa colosal

Entre los anuncios, el proyecto Vicuña se llevó todas las miradas. La integración de Josemaría y Filo del Sol, bajo el paraguas de Lundin Mining y BHP, podría significar una inversión de hasta US$ 10.000 millones. Se trata no solo de una mina colosal en volumen y valor agregado (incluye también oro y plata), sino de un nuevo estándar en términos de ambición, impacto ambiental y articulación internacional.

La demora en su presentación al RIGI responde a su escala, hay que ajustar los estudios ambientales y diseñar la infraestructura necesaria a más de 4.000 metros de altura en plena cordillera no es tarea menor. Sin embargo, Vicuña puede marcar un antes y un después para la minería nacional.

Una pulseada latente

En medio del entusiasmo, se abre otro debate: el de los proveedores. Varios actores plantearon la necesidad de generar normativas que protejan la participación de proveedores locales frente a licitaciones dominadas por grandes firmas globales.

El CEO de Vicuña fue tajante: “Sería un error avanzar en restricciones que limiten la competencia o la transparencia”. Sin embargo, las provincias reclaman que una mayor inversión debe ir acompañada de más valor local, empleo y fortalecimiento de la cadena productiva.

Este debate no es menor. Argentina necesita inversiones, pero también desarrollo. La minería no puede ser solo un enclave extractivo, sino un motor que arrastre tecnología, empleo calificado, ciencia y tejido industrial. 

Lo que se vislumbra en San Juan y en Buenos Aires es una bifurcación. Por un lado, el país tiene los recursos, la demanda global, la oportunidad histórica. Por otro, sigue arrastrando problemas estructurales: déficit logístico, incertidumbre macroeconómica, tensiones fiscales y fragmentación institucional.

El cobre puede ser una puerta hacia un nuevo modelo productivo. Pero esa puerta no se abrirá solo con incentivos, tampoco solo con discursos. Hace falta una estrategia país, acordada entre Nación y provincias, que garantice estabilidad, desarrollo territorial y una inserción global inteligente.

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