El Senado de Salta rindió homenaje al geólogo Ricardo Alonso: “Gracias por enseñarnos a escuchar la voz de la tierra”

Con la presencia del vicegobernador Antonio Marocco, autoridades judiciales, legislativas, universitarias y referentes del sector minero, el Senado salteño reconoció la trayectoria del Dr. Ricardo Alonso, geólogo, investigador, docente y divulgador científico.

Salta15/10/2025 Por Salta Mining

El recinto de la Cámara de Senadores de Salta se vistió de ceremonia y afecto esta mañana. Estuvieron presentges legisladores de todos los bloques, autoridades universitarias, empresarios mineros, científicos, estudiantes y amigos. Pocos nombres logran convocar con tanta unanimidad a sectores tan distintos. Ricardo Alonso es uno de ellos. Geólogo salteño, doctor en Ciencias Geológicas, investigador del CONICET, docente y divulgador apasionado. La Cámara alta decidió rendirle tributo por su trayectoria, pero también -como se repitió a lo largo del acto- por su calidad humana, su humildad y su manera generosa de compartir el conocimiento.

“Bienvenido Ricardo a esta casa que también fue tu casa”, comenzó diciendo el vicegobernador Antonio Marocco, al abrir el homenaje. Lo miraba con una sonrisa sincera, de quien ha compartido años de trabajo y amistad. “Podemos seguir aprovechando tus conocimientos que les llegan a nuestros ciudadanos no sólo como noticia, sino también como una posibilidad de desarrollo y crecimiento”, expresó.

En sus palabras hubo un tono de reconocimiento y cariño. “Gracias por desentrañar las rocas, por leer los silencios del subsuelo, por transformar piedras y minerales en conocimiento. Gracias por cultivar mentes jóvenes y por sembrar curiosidades científicas”, añadió Marocco, antes de cerrar con una cita del poeta Castilla que Alonso incluyó en uno de sus libros: “La roca insurrecta alza todavía el alarido del fuego que la expulsó desde las entrañas de la tierra…”.

Un geólogo de alma y corazón

Ricardo Alonso es de esos científicos que lograron algo poco común, hacer que la geología -una disciplina que suena árida para muchos- se vuelva fascinante. Sus investigaciones sobre los depósitos de boratos, la evolución de los salares y los procesos geológicos de la Puna son reconocidas en el mundo entero. Pero más allá de los papers y los congresos, Alonso se propuso acercar la ciencia a la gente. Por eso escribió más de 1.500 artículos periodísticos, donde con un lenguaje claro, poético y didáctico, explicaba desde la formación de un cerro hasta el misterio de un fósil.

En el acto, varios oradores destacaron justamente esa faceta de divulgador. “Ricardo cree que la ciencia debe compartirse”, dijo uno de los presentes. “Él no se guarda el conocimiento, lo reparte, lo explica, lo enseña con paciencia. Y eso lo hace distinto”.

En un video proyectado durante la ceremonia, se repasó su trayectoria desde sus primeros años como estudiante de la UNSa —donde fue el primer geólogo egresado de la institución— hasta su paso por el CONICET, sus viajes a la Antártida, sus investigaciones en la Puna y su rol como secretario de Minería y Energía de la Provincia.

Las imágenes mostraban también al “otro Alonso”: el que se apasiona por los libros viejos, el que conversa de filosofía, el que defiende los asados con el mismo fervor con que defiende una idea científica.

Más allá de la ciencia

Entre los discursos, hubo uno que se salió del protocolo y tocó fibras más humanas. El senador Miguel Calabró, autor del proyecto de homenaje, recordó una anécdota que emocionó al público. “Hace veinte años, cuando yo era intendente, un pequeño productor de áridos, Chiquillo Catacata, llegó a mi oficina con los ojos llenos de emoción. Me contó que un señor en una camioneta se había bajado en La Caldera y le había regalado una zaranda, unas palas, un casco y guantes para que pueda trabajar. Ese señor era Ricardo Alonso”.

Y agregó: “Por eso hoy, en nombre de Chiquillo, y también de Damiana Luzco, de Tincalayo, quiero agradecerte no solo al científico, sino al Alonso ser humano”. El aplauso fue largo, sincero, de esos que no se fuerzan.

Calabró también resaltó algo que todos los presentes compartían: “Pocas veces este Senado coincide tan plenamente en un homenaje. Ricardo trasciende los gobiernos, los cargos, las banderas políticas. Es salteño, formado en nuestra universidad pública, y su nombre ya forma parte de la historia científica y cultural de la provincia”.

El legado

Cuando llegó su turno de hablar, el doctor Alonso lo hizo con la serenidad de quien ha aprendido a escuchar más que a hablar. Agradeció al Senado, al vicegobernador, a sus colegas, a los estudiantes y a su familia. Recordó con humor sus primeros pasos en la geología, cuando de niño acompañaba a su padre a buscar fósiles y soñaba con desentrañar los secretos del subsuelo.

Su mensaje fue, como siempre, simple y profundo: “La tierra nos habla, solo hay que aprender a escucharla. Y cuando uno logra entenderla, se da cuenta de que ahí, en esas piedras que parecen mudas, está escrita nuestra historia”.

El homenaje cerró con un fuerte aplauso, de pie, y con el reconocimiento visible en cada rostro.

Ricardo Alonso no solo fue distinguido como geólogo. Fue homenajeado como un hombre que dedicó su vida a enseñar, a investigar, a tender puentes entre la ciencia y la gente común. Y en tiempos donde muchas veces el conocimiento se guarda o se mercantiliza, su figura se levanta como una rareza luminosa, la del sabio humilde, el maestro generoso, el salteño que convirtió la tierra en palabra y la palabra en legado.

 

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