El desafío de empezar: Anahí busca su lugar en la minería después de recibirse

La historia de Anahí Sara, técnica en Higiene y Seguridad, refleja el drama de miles de jóvenes que se reciben con ganas de trabajar pero la falta de experiencia les impide avanzar.

Salta21/07/2025Salta MiningSalta Mining
Anahí Sara
Anahí Sara

A los 31 años, Anahí Sara se convirtió en técnica en Higiene y Seguridad, un logro que parecía abrirle puertas. Sin embargo, el tiempo le demostró que recibirse es solo transitar la mitad del caminio hacia el mundo laboral. Su logro académico la llevó a un lugar conocido por miles de jóvenes que dejan de ser estudiantes: la falta de oportunidades para quienes no tienen experiencia previa. 

“Me llamo Anahí Sara, tengo 31 años, soy de Campo Quijano. Estudié, tengo un hijo. En abril me recibí en Rosario de Lerma, en el IES Instituto de Educación Superior N° 6026. Y ahora estoy buscando trabajo, buscando más que nada una oportunidad”, expresa Anahí en una entrevista con Salta Mining, y cuenta que reparte sus días entre tareas de casa y el envío constante de currículums a empresas, especialmente del sector minero, aunque está dispuesta a insertarse en otras industrias.

Después de recibir su título, enfrenta una realidad que viven cientos de jóvenes en Salta: la dificultad de insertarse en un mundo laboral que exige experiencia, incluso para el primer empleo. Eligió estudiar Higiene y Seguridad por una razón clara: “La carrera la elegí más que nada por salida laboral, porque vi que tenía bastante”. Pero la realidad fue muy distinta: “Actualmente uno cuando busca trabajo, siempre le piden experiencia, pero muchas veces no podemos tenerla si no nos dan una oportunidad para demostrar lo que sabemos y lo que aprendimos”, reflexiona.

Anahí sabe lo que significa estudiar siendo mamá. Su hijo tiene hoy 13 años, pero cuando empezó a cursar, las responsabilidades se multiplicaron. “Dividirme los tiempos, cursar las materias, fue bastante complicado. Pero se pudo. Creo que hasta que uno se acostumbra”.

Anahí Sara

La historia de Anahí se refleja en miles de jóvenes en Salta y en todo el país que, tras años de esfuerzo y estudio, se reciben llenos de expectativas y se encuentran con un muro difícil de sortear. El pedido de “experiencia previa” se convierte en un obstáculo que frustra sueños y posterga proyectos, sobre todo en sectores como la minería, donde el potencial de empleo es grande pero las oportunidades de ingreso para quienes recién empiezan siguen siendo escasas.

Pero Anahí no baja los brazos. Mientras manda currículums, busca cursos de capacitación para sumar puntos en un mercado laboral cada vez más competitivo. Se sigue informando, leyendo, esperando el día en que pueda tener la oportunidad. Está preparada para recorrer La Puna como profesional de higiene y seguridad, convivir con el sistema de roster y aprender en terreno, donde, afirma, “cuando estamos en el campo laboral es donde aprendemos más y vemos la realidad”.

Durante su último año hizo prácticas profesionales en el parque industrial, en las baterías Etna, y luego sumó pasantías en Borax Argentina. Fue su primer contacto con la industria minera. “Cuando estuve en las pasantías hice algunos estudios como prevención de incendio, pero como éramos estudiantes no nos permitían hacer más. Tenían ganas de que conozcamos más del mundo minero, pero no podíamos viajar por el tema del seguro”.

Aun así, su interés por el sector creció: “Hoy en día me interesa más lo que es minería, para aprender y tener experiencia. Creo que la minría sería mi rubro. Me gustaría comenzar por ahí, aunque no me cierro a otros trabajos. Después, cuando uno tiene experiencia, se van abriendo caminos. Estoy mandando currículums a muchísimos correos que dan las empresas, pero hasta ahora no tuve respuesta. La situación está difícil. Cada vez se conoce más esta carrera, hay muchos colegas que están en la misma situación que yo”.

Su pedido es claro: que haya más oportunidades para quienes recién se reciben. “Una recomendación sería que puedan dar cursos donde podamos asistir y tener una oportunidad para entrar al mundo laboral. Y dar oportunidades a nosotros, que recién estamos comenzando. Todo el mundo alguna vez comenzó”.

Anahí Sara

Mientras tanto, su vida transcurre entre tareas de casa y la esperanza de ese llamado y como tantos otros jóvenes, resume en una frase todo su esfuerzo: “Creo que se trata más que nada de darnos una oportunidad”. En una provincia que apuesta a la minería como motor de empleo, la historia de Anahí muestra la otra cara: los que esperan afuera, golpeando puertas que parecen no abrirse para quienes solo tienen, de momento, ganas y un título recién impreso.

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