Aníbal Díaz: “Los proveedores peruanos están adaptándose a las exigencias de las mineras y están saliendo fuera del Perú”

Aníbal Díaz es un consultor internacional peruano con más de 28 años de experiencia integrando biodiversidad, gestión de recursos hídricos y riesgos sociales en proyectos de minería e infraestructura en América Latina. Es especialista en evaluaciones de biodiversidad, planes de acción y estrategias de compensación alineadas con estándares globales como los IFC PS6 y los Principios del Ecuador. Durante su carrera ha participado en más de 50 proyectos mineros de primer nivel en países como Argentina, Chile y Perú, enfrentando desafíos en todas las etapas del ciclo de vida, desde exploración hasta cierre, en geografías complejas. También es “Partner” para Latinoamérica y el Caribe de ERM (Environmental Resources Management) en Lima, Perú.

En esta entrevista exclusiva con Salta Mining, Aníbal Díaz, experto en sostenibilidad minera, comparte cómo Perú trabaja para consolidar un modelo de minería responsable, los retos históricos que ha enfrentado con las comunidades locales y la biodiversidad, y las valiosas lecciones que Argentina puede aprender para fortalecer su propio sector minero. Díaz destaca la importancia de una visión integral que contemple tanto los aciertos como los errores de experiencias previas, subrayando la necesidad de crear sinergias entre las empresas, las regiones y el Estado para maximizar los beneficios de los recursos no renovables de manera equitativa y sostenible.

¿Cómo trabaja Perú para la sostenibilidad de los proyectos mineros?

Yo te diría que la sostenibilidad de los proyectos mineros, cuando hablas de Perú hay dos entidades separadas. Una es el Estado y otra los inversionistas, la inversión minera en sí, los desarrolladores de proyectos. Respecto al Estado, creo que si nos remontamos por ahí a los años 90, se pusieron unas normas muy claras para los proyectos. Cuáles tenían que ser los requerimientos, por ejemplo, de cierre minero o de estudios de impacto ambiental. Se sentaron esos parámetros para que los inversionistas del otro lado no tengan clara cuáles son las reglas. Para eso hubo incluso ayuda de algunos países, estuvo Canadá metido. Me acuerdo mucho en un proyecto que se llamaba PerCam, donde Perú y Canadá, estuvieron trabajando dentro del Ministerio de Energía y Minas para justamente elevar estos estándares. Entonces eso ocurrió por ahí ese año y luego a partir de ahí vino un boom de inversiones lógicamente facilitados por una política de atracción de inversiones. Llegaron los grandes jugadores globales de minería como: BHP, Rio Tinto, Glencore, o sea, aquí en Perú tenemos todo un ecosistema de grandes empresas, grandes inversiones, también de empresas medianas y de empresas un poco más pequeñas. Entonces la sostenibilidad nace un poquito, sin llamarse sostenibilidad en esa época. A partir de estos años y luego, lógicamente ha ido evolucionando, los inversionistas se han ido sofisticando de acuerdo a lo que le pedían las instituciones financieras. Se han ido incorporando estándares, los primeros estándares. Me acuerdo que se usaron buena parte de la regulación local peruana fueron los del IFC. En su momento eso fue bastante popular, incluso nos llegaban términos de referencia que ya los clientes mineros querían cumplir, no solo con las regulaciones locales, pero también con las del IFC. Y luego, bueno, ha comenzado a salir un hacer un ecosistema, de estándares como ICMM, IRMA, TSM, de la minería sostenible, que también Canadá lo tiene como parte de su estándar para todas las empresas canadienses y hay algunos países que ya lo están adoptando, incluso Argentina. Entonces yo te diría que eso ha sido un poquito la historia. ¿Cómo lo trabaja ahora? Bueno, ese primer embrión de evaluación ambiental que fue insertado dentro del Ministerio de Energía y Minas, ahora se ha vuelto una entidad separada que se llama el Senace, que es el Servicio Nacional de Evaluación Ambiental para Inversiones Sostenibles y es una institución que está dependiendo del Ministerio del Ambiente, ya no del Ministerio de Energía y Minas, cuya función es evaluar proyectos tanto de mineros como de las diferentes industrias extractivas.

¿Que aspectos fundamentales tienen en cuenta a la hora de levantar proyectos mineros respecto al desarrollo de las comunidades locales y la conservación de la biodiversidad?

A ver, el Perú tiene una historia muy larga respecto a conflictos con las comunidades y un legado de operaciones mineras antiguas. Estamos hablando del Siglo 20, donde no se tomaba en cuenta, lógicamente ni a las comunidades ni a los temas de biodiversidad ¿No? Y tenemos claros ejemplos ahí operaciones en el centro del país, minas polimetálicas operadas desde la época colonial que han dejado un legado muy grande, con cicatrices muy profundas en la sociedad andina, sobre todo, lo cual siempre ha generado una especie de oposición y justificado temor respecto a lo que es el desarrollo de la minería, pero en general, a partir de que se establecen estos criterios de sostenibilidad, las empresas han tomado conciencia que para poder ellos llevar una operación acorde con lo que el mercado de minerales requiere, se contempla lógicamente el bienestar y el desarrollo de las comunidades y lógicamente un respeto por el mantenimiento de la biodiversidad y en algunos casos incluso por un impacto positivo en la biodiversidad. Entonces eso es, por ejemplo, está muy claro en el IFC, en las normas de desempeño, el IFC, sobre todo la norma número seis, que habla de biodiversidad y recursos vivos, que habla de que los proyectos que puedan afectar especies críticas tienen que llegar a lo que llaman un ‘non et los’, o sea, que no haya pérdida o incluso ‘net game’ para hábitats tanto naturales en un caso como hábitats críticos. Entonces ha habido una evolución. Te diría ahora los proyectos toman en cuenta esto. Yo pienso que en Perú ahora es muy difícil desarrollar un proyecto sin considerar a los usuarios finales del territorio. O sea, pongámonos siempre en la idea que luego un proyecto minero tiene una vida útil, que pueden ser 20, 30 años, pero luego queda un territorio cuyos usuarios finales de ese territorio van a ser las comunidades y la biodiversidad. Entonces, lógicamente, durante la operación minera se tiene que tomar en cuenta cuál va a ser el uso futuro de ese territorio y lógicamente el uso va a ser dado por las comunidades y por la biodiversidad. Entonces hace todo el sentido de que las empresas pongan todo el esfuerzo en que no se vuelvan a repetir estos legados negativos que ha habido en Perú y que han hecho más difícil el desarrollo de los proyectos. No es una tarea fácil, hay casos exitosos de desarrollo social, desarrollo de comunidades. La minería es una gran oportunidad para dar empleo sobre los 4000 metros de altura en Perú, sobre todo en zonas altoandinas, donde no es muy fácil que la inversión llegue. Si no fuera la minera, no hay mucha factibilidad para otro tipo de inversiones y por tanto es una gran oportunidad para las comunidades que están ahí, que viven en condiciones aisladas, con baja presencia del Estado, con baja inversión en infraestructura, en salud, incluso en estructura caminera y cuando llega un proyecto es una gran oportunidad para las comunidades de engancharse al desarrollo. Entonces eso las empresas mineras lo tienen claro y creo que es muy contraproducente que traten de llegar a un territorio, de simplemente extraer el producto y desentenderse de lo que sucede con las comunidades. Creo que eso ya no se ve, esa idea ya ha sido superada. Acá no solamente es sacar mineral limpio, sino sacar mineral que produzca un desarrollo a las comunidades y un respeto por la biodiversidad.

¿Qué puede o debe aprender Argentina de la experiencia de Perú?

El aprendizaje ocurre de experiencias positivas y negativas. Muchas veces se aprende más de las cosas negativas y realmente Perú tiene de los dos, tiene proyectos muy buenos mineros, como también casos de fracasos. Y el aprendizaje creo que debe verse de una forma integral, no solamente los éxitos, pero también de qué cosas o qué errores no repetir. En ese sentido, creo que lo que puede aprender Argentina se basa en quizás algunos criterios. Un primer criterio es atraer inversionistas de talla mundial. Eso es muy importante. Estamos hablando de empresas que tienen una reputación en juego por su desempeño ambiental, por su desempeño social y que eso se ve reflejado por este precio de sus acciones. Y eso generalmente ocurre en en las grandes bolsas tanto de Londres como de Toronto, como de Texas, etcétera y atraer ese tipo de jugadores de talla mundial, empresas grandes que tienen una responsabilidad social, que tienen una mentalidad de de cuidar la reputación, pero que también de contribuir al desarrollo. Yo creo que eso es una primera experiencia que hay que tratar de de repetir. La segunda cosa que que yo diría es que los proyectos, si bien los desarrollan las empresas, tanto el recurso y los proyectos deben pensarse como país o en este caso en Salta como provincia. Son proyectos de la provincia y por tanto se tiene que sacar el máximo provecho de una forma de valor compartido entre cuáles son los objetivos de la provincia y cuáles son los objetivos de los inversionistas, porque son recursos no renovables. Es decir, hay una sola oportunidad de aprovechar esa riqueza de los territorios de la Provincia o del país. Entonces aquí tenemos esa gran oportunidad. En en Perú hay algunas provincias que que va muy bien, como por ejemplo Moquegua es un una región de Perú que ha elevado sus índices de desarrollo educativo, infraestructura, etcétera gracias a un gran proyecto minero ahí que se llama el proyecto Quellaveco de Anglo American. Es un gran ejemplo donde se trabaja en conjunto, la región y minera. Y hay otros casos donde simplemente los proyectos han ocurrido y las regiones siguen teniendo índices de desempeño muy bajo, como por ejemplo la región Cajamarca en el norte. Entonces eso no podría, no debería volver a ocurrir. Entonces para Argentina yo pienso que se abre esa oportunidad, sobre todo para las regiones mineras del noroeste argentino. Deben tratar de aprovechar este momento para que sus planes de desarrollo, sus planes de desarrollo territorial, de alguna forma comulguen con el interés de los inversionistas de extraer el mineral. Pero no solo este el mineral, pero todo lo que son las redes logísticas, por ejemplo ¿A dónde va el mineral? ¿Lo vamos a sacar por un puerto en el Río de la Plata, lo queremos sacar por el Pacífico? ¿Cómo vamos a capacitar a esa masa de profesionales y técnicos que trabajan en la minería? Los tenemos en cantidad. ¿Donde están estas universidades desarrollando estos profesionales del futuro? ¿Donde están estas empresas para desarrollar los servicios a la minería? Empresas de todo tipo de, logística, catering, temas de metalmecánica. ¿Estamos pensando en Hubs Mineros en el noroeste argentino para desarrollar este tipo de cosas? Bueno, todo eso, toda esa economía llega un momento en que se comienza a retroalimentar. Entonces ya proyectos que llegan ya encuentran todo una base, una infraestructura para la atención rápida y el desarrollo de los proyectos.

Lógicamente eso trae empleo, trae crecimiento y trae un desarrollo económico bastante importante, así que algunas cosas que no deberían ocurrir, por ejemplo, todo este tema de dejar que las mineras desarrollen proyectos y dejarlas un poco huérfanas. Yo pienso que siempre tiene que haber un Estado. En Perú lo que ha ocurrido es que a veces el Estado deja a las mineras sola en los territorios, en territorios muy aislados y desconectados, y las mineras comienzan a reemplazar al Estado de alguna forma. Entonces, para las comunidades locales ellos tienen una relación muy fluida con las mineras, pero con el Estado casi nada, porque no hay una presencia muy, muy fuerte del Estado. Y yo pienso que no debe ocurrir siempre. El Estado tiene que estar, el Estado es el gran interlocutor, es el árbitro, es la autoridad. Y cuando me refiero al Estado estoy refiriéndome a autoridades provinciales, regionales, que tienen que jugar un rol, tienen que ser mediadores porque no está bien que las empresas interactúen o monopolicen de alguna forma los reclamos y lógicamente las expectativas de las comunidades. A ver si bien es que hay que ayudar, lógicamente tienen ese ese rol, pero no son el Estado y no están para reemplazar al Estado. Y son cosas que creo que en Argentina están a tiempo, tiene un una tabla rasa ustedes ahí en Argentina como para este dibujar bien su su esquema de desarrollo, lo cual acá en Perú ya es una minería bastante madura y no tenemos esa chance que ustedes sí tienen.

En Argentina se sigue trabajando para poder integrarse a los estándares internacionales. ¿Cómo está Perú en ese tema?

Respecto a los estándares internacionales en Perú, definitivamente es una buena práctica que las empresas están adoptando de forma voluntaria. Principalmente porque son requerimientos de las corporaciones, de adoptar ciertos estándares internos que están totalmente alineados con, por ejemplo, el estándar del IFC o el estándar del ICCM, o el estándar del TSM de Canadá. Entonces, si bien no es un mandato del Estado, el Estado no puede exigir, puede renunciar a su jurisdicción y adherirse directamente a estos estándares, son estándares gremiales. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía siempre está tratando de incorporar nuevas ideas, nuevos conceptos como derechos humanos, como todo lo que son las redes de suministro, el supply chain, etcétera. Entonces yo diría que para el caso de Argentina, veo que Argentina está trabajando también en este estándar en la Cámara Minera Argentina, la CAEM. Tengo a mis socios de ERM que han estado trabajando muy cerca con ellos para un poco entender cómo estos estándares “podrían” aterrizar a un territorio como Argentina. Y eso es importante porque muchas veces estos estándares están hechos para realidades muy diferentes a las nuestras. Hay un esfuerzo de poder entender cuál es el contexto local y este es un mensaje también para las autoridades. Aquí en Perú, al principio había mucha resistencia de los desarrolladores de proyectos, sobre todo los locales en en adherirse a estándares internacionales, pero al final esto crea una situación “gana-gana” porque para un inversionista que ya viene con esos estándares y se da cuenta que localmente las regulaciones nacionales casi están a la par de esos estándares, es mucho más fácil y es mucho más predecible que, por ejemplo, llegar a una una región donde los estándares un poco que las tiene como que interpretar, no saber qué está pidiendo localmente, porque luego ese esfuerzo de adaptarse a un estándar internacional lo van a tener que hacer sí o sí debido al requerimiento de la corporación o porque han pedido algún tipo de financiación. O sea, el final se va a acabar haciendo. ¿Entonces es más sencillo que ese esfuerzo inicial se haga de una vez. Entonces, que no solamente se hagan los trabajos para cumplir la legislación local, sino se haga todo el esfuerzo de una vez para ponerlo un estándar internacional. Porque eso es lo que piden las instituciones financieras. Hace muchos años, los desarrolladores de proyectos veían solamente el desarrollo de Mina. Pero como te digo, ahora se ve toda la cadena de valor y eso incluye, transformación, logística, embarque, puerto, usuarios finales, etcétera. Ese es un cambio muy fuerte que yo diría se ha dado hace unos ocho o nueve años en incorporar toda esta línea de circularidad en la economía minera.Y eso entonces exige que no solamente la mina cumpla con los estándares, pero también los proveedores, y eso es una cosa muy positiva. Es un efecto cascada muy positivo que ocurre en las regiones de desarrollo minero. Hay un desarrollo de proveedores muy interesante. Los proveedores peruanos están adaptándose a las exigencias de las mineras y en muchos casos están saliendo fuera del Perú a proveer servicios, porque lógicamente ya trabajan con esta filosofía y con y con esta calidad que le permite un estándar internacional. Yo les diría ahí en Argentina que a las empresas proveedoras y al gobierno y todo ese es una cosa que va a beneficiar, porque al final si uno desarrolla un estándar internacional, no solamente le hace bien a la empresa minera para conseguir el dinero para financiar el proyecto, pero le hace bien también a las comunidades, a las empresas que pueden ofrecer servicios incluso más allá de las fronteras del país

¿Qué desafíos tiene la minería en Perú y cómo están trabajando para solucionarlos?

Respecto a los desafíos de la minería peruana, yo te diría que hay dos tipos de desafíos: los desafíos seculares, que son biodiversidad, el tema del agua y el tema comunitario. Ahí, en esa intersección de esos tres factores, creo que que radican los desafíos primogénitos. En el Perú hay una fuerte oposición de algunas comunidades al desarrollo de la minería por diferentes razones que ya te he ido explicando. Básicamente Perú, en las zonas altoandinas son zonas ganaderas o agrícolas que depende mucho del agua. El agua para ellos es un recurso fundamental y lógicamente las mineras en las partes altas, alejadas de la costa, son usuarios importantes en esas regiones del agua. Se ha hecho mucho esfuerzo, las mineras están haciendo mucho esfuerzo en hacer más eficiente los procesos de agua, en reciclar la mayor parte del agua, en hacer ciclos incluso cerrados de plantas, de ósmosis, etcétera, que permitan que el agua salga de la operación con una calidad aceptable y también, por ejemplo, los proyectos de desarrollo donde se reconstruyen reservorios para que las comunidades puedan hacer uso del agua. Una especie de regulación del agua en época de lluvia y en general creo que el agua es de alguna forma existen mecanismos de solución. En la zona sur de Perú, una zona desértica que se comparte con el norte chileno y Argentina, está todo el tema de desalinización de agua de mar también es una cosa que se está viendo ahora con mayor detalle. Pienso que es una muy buena alternativa para no entrar a competir con los recursos hídricos de las comunidades, sobre todo las agrícolas. Y el otro gran desafío, es la biodiversidad, que depende mucho del agua, sobre todo este formaciones vegetales tipo bofedales que le llamamos nosotros, pero ustedes ahí en Argentina lo conocen como vegas. Son formaciones muy importantes en términos de biodiversidad, en términos de regulación hídrica y es un gran desafío. ¿Cómo manejar este este tipo de ecosistema? ¿Como no impactar o como compensarlo si es que es necesario? Y todos los desafíos referentes a biodiversidad, al uso de que las comunidades hacen de la biodiversidad también. Ahí están esos tres desafíos seculares. Y luego hay unos desafíos nuevos que son desafíos que se han gestado en los últimos cinco o seis años, que tienen que ver uno con el tema de las economías ilegales llamándose minerías ilegales, por ejemplo, que, que que tiene mucha fuerza. En Perú, mueven muchísimo dinero y tiene mucho poder político, influencia y que se han asociado con redes criminales que están poniendo en jaque algunas operaciones mineras formales en Perú. Yo creo que ese es un gran desafío para el Perú. ¿Cómo vamos a atacar eso? La verdad que hasta ahora no hay una respuesta firme, no hay un ejemplo para mostrar. Esto ha sido originado por todo un tema de inseguridad regional en Latinoamérica originado por esta grandes migraciones que están ocurriendo dentro de la región. Esa sensación de inseguridad nos está tocando, no nos está tocando y nos está poniendo en jaque, que eso es una cosa nueva. Otro tema también importante que ha surgido en los últimos años respecto a la minería en en Perú es este todo el asunto, por ejemplo de la logística. Aquí hay bloqueos recurrentes de proyectos mineros por tránsito de camiones, este por el tema de una inseguridad respecto al manejo del tránsito, yo pienso que esas cosas se pueden resolver. Hay ejemplos donde se pueden, por ejemplo nuclear tres o cuatro proyectos y usar una misma infraestructura de transporte, llámese un mineroducto, llámese un fajas transportadoras, porque lógicamente el mineral no en este caso puede ser cobre, pero también podría ser litio. Este es intensivo en el uso de viaje, no la cantidad de viajes que se hacen y eso pone presión en infraestructura en carreteras de montaña, lo cual lógicamente es un impacto. Y las empresas creo que están entendiendo esto. Están tratando de ver alguna sinergia al respecto. Así que bueno, yo pienso que por ahí van los los desafíos aquí en Perú. Los primeros biodiversidad, agua y comunidades son desafíos que que sí hay experiencias, hay avances. Estos últimos desafíos respecto a a economías informales y a inseguridad son desafíos nuevos que que todavía no los hemos resuelto.

¿Cómo ve el escenario local actualmente (Salta y la Puna) respecto al desarrollo y potencial minero que tiene la región?

Martín, tengo bastante entusiasmo en el desarrollo minero en Argentina. En ERM hemos apostado fuerte al desarrollo minero allá. Esa es una conversación que tuve con mis socios en Argentina hace algún tiempo, unos años atrás, de que es importantísimo desarrollarnos y establecernos en Salta, que es la provincia minera. Así lo hemos hecho. Hemos creado una operación allá para atender a nuestros clientes mineros. Creo que tenemos muchas buenas perspectivas de lo que vaya a ocurrir allá. Se está generando bastante interés. Hay que mirar siempre todo este tema de los impactos acumulativos de los proyectos. Por ejemplo, los proyectos de litio en los salares no hay que hay que darle una mirada. Se va a necesitar trabajar en conjunto de forma colaborativa entre las empresas para crear estos ecosistemas económicos de desarrollo. Nosotros creemos que eso es factible. Ustedes tienen un lienzo en blanco, como decía yo, para desarrollar proyectos de la mejor manera y eso incluye Jujuy, Salta, Catamarca, toda la región del noreste argentino. Además, yo pienso de que están en una muy buena posición ahora, debido a que si hubiera ocurrido hace quizás 20 o 30 años atrás, este tema de los estándares internacionales no estaba tan maduro o no era tan requerido por la cadena de suministro y ahora sí, y por tanto tienen la gran oportunidad de empezar con una valla muy alta. Yo pienso que en Argentina tiene que ser el ejemplo de un desarrollo sostenible, una minería sostenible. No hay otra forma en Argentina de desarrollar la minería. Siendo un país con tanta potencialidad y un país con otras actividades económicas además, debería setear el nivel. ¿Qué tiene que suceder? Tiene que haber mucha interacción con los vecinos. Yo iría a Chile. Es un país que tiene una minería muy madura, son vecinos y además es un potencial, una fuente logística muy importante y se tiene que trabajar con Chile. Yo pienso que el futuro del desarrollo minero de Argentina en la cordillera pasa en cómo resolver este tema con Chile. De esta redes de flujos de tantos suministros como de exportación de producto. En Perú que estamos al norte, en ese triángulo de desarrollo Minero, compartimos cosas comunes como las que te decía, la extrema aridez, los temas de las vegas, los temas del agua, los temas de las comunidades originarias son temas comunes con Salta, con Jujuy y tenemos mucha experiencia en manejar estos asuntos, así que yo yo pienso que que podemos hacer ahí un buen mix de experiencias entre estos tres países. Nosotros estamos viendo en ERM y por eso estamos apostando muy fuerte al desarrollo minero de Argentina.