Saravia Frías: "La verdad es que la Ley de Glaciares impacta de manera directa en el cobre"

La participación de Bernardo Saravia Frías en el panel “Competitividad minera: recursos estratégicos y certezas jurídicas” fue uno de los momentos más interensantes y conceptuales del Salta Mining Summit 2025. Compartiendo escenario con la senadora nacional por Salta, Flavia Royón, y el Gerente Relaciones Institucionales en Mansfield Minera, Facundo Huidobro, el ex Procurador del Tesoro no solo analizó el marco jurídico que condiciona el desarrollo de la industria, sino que planteó un diagnóstico crudo sobre la institucionalidad argentina, los límites del federalismo minero y las reformas estructurales necesarias para competir por inversiones en un contexto internacional cada vez más exigente.

Con una mirada que combinó teoría, política y práctica regulatoria, Saravia Frías abordó temas sensibles: las vacantes sin cubrir en la Corte Suprema y el impacto que eso tiene en la previsibilidad, la indefinición del concepto “periglaciar” y su efecto directo sobre los grandes proyectos de cobre, la necesidad de modernizar el Juzgado de Minas y acelerar los procesos provinciales, la importancia de articular formación laboral con el desarrollo de la industria, y la idea de crear un Fondo Soberano Provincial que asegure un legado intergeneracional a partir de las regalías.

Además, en diálogo con Salta Mining, profundizó sobre la tensión entre la seguridad jurídica y las nuevas políticas de compre local, opinó sobre los desafíos normativos que enfrenta el país y propuso una hoja de ruta basada en institucionalidad, estabilidad y visión estratégica. Esta es la entrevista completa a uno de los juristas más escuchados del sector en un momento clave para la minería argentina.

Bernardo, te consulto, para ponerle además un poco de pimienta va a ser una decisión tuya, y en última instancia, ¿qué reformas hacen falta para la para avanzar hacia la tan mentada seguridad jurídica para que lleguen las inversiones?

Primero, antes que nada, un gusto estar aquí, muy honrado de estar en este panel, y vamos a ponerle todo menos picante, como cuando uno va a pedir la hamburguesa cerca del Nacional (sanguchería tradicional de Salta). El mayor liberal de todos los tiempos es (Juan Bautista) Alberdi, y Alberdi tenía una frase que viene a cuento de lo que estamos tratando de reflexionar: Más vale un buen hábito político que cien constituciones bien escritas. Y esto podría considerarse una realidad, un camino posible. El problema que tiene la Argentina es que venimos de decenas de años de anomia, de falta de respeto a la ley, de incumplimiento de las normas, con lo cual tenemos que pasar por un camino previo a lo que sería el cambio automático, el cambio autónomo, y eso se llama el cambio estratégico. Y creo que desde esa cosmovisión normativa es que tenemos que pensar un régimen para la minería. Hay que empezar a pensarlo desde esa cosmovisión, desde ese lugar. Y me parece que esto hay que acompañarlo del pensamiento de un gran economista francés que se llamaba Ferdinand Brodell, que él decía: El corto tiempo histórico, el mediano tiempo histórico y largo tiempo histórico.

¿Y cómo hay que avanzar entonces? 

Argentina no está sola en el mundo, compite con muchas otras jurisdicciones que atraen a la minería tanto como lo quiere hacer Argentina, Y en esa competencia es necesario establecer un marco favorable a la inversión. Esto tiene que ocurrir aquí y ahora, y hay enormes esfuerzos que está haciendo el gobierno. Acá está José García Hamilton, el secretario Legal y Técnico, y está haciendo un esfuerzo muy grande. Pero lamentablemente, José, hace falta más. Lo segundo del mediano tiempo histórico, y acá creo que todos tenemos que reflexionar y entender que hay derechos que no son incompatibles, son derechos armónicos. Explotar recursos naturales no quiere decir que haya que excluir al medioambiente, no quiere decir que haya que excluir a las comunidades, todo lo contrario, son derechos que armonizan, y eso es la explotación responsable de los recursos. Y por último, el largo tiempo histórico, que creo que hay que pensar en términos intergeneracionales. Lo que se explota hoy tiene que quedar algo para el futuro, para nuestros hijos y nuestros nietos. Cuando uno entiende esto, hay que empezar a profundizar, y lo hago rápidamente, porque sé que el tiempo es tirano. Empiezo a nivel federal. Y acá creo que hay dos grandes acciones que tienen que ocurrir. La primera es la Corte Suprema. Ustedes me dirán qué tiene que ver la Corte Suprema con la actividad minera, pero ¿saben qué? Hay dos lugares en la Corte Suprema que están vacíos de hace demasiado tiempo, y la Corte es el último lugar, ese resguardo de la Constitución Nacional, y parece mentira, pero es quien va a determinar cómo se resuelve una disputa o cualquier conflicto o problema que tiene o tenga una empresa minera, el medio ambiente o una comunidad. Y ese lugar no puede estar con tres personas. El mayor mensaje que se puede dar de seguridad jurídica hacia el exterior, sobre todo a la inversión, es llenando con gente proba, y remarco proba, los lugares o las dos espacios que están vacantes de la Corte Suprema. Sobre todo, además, que desde allí irradia el ejemplo hacia abajo, y eso incluye a la provincia de Salta y su justicia. Cuando hay una buena Corte, irradia hacia abajo. Y esto es lo que está faltando, una justicia que entienda que está para servir, no está para ser un privilegio. Así que creo que este es el primer gran cambio y gran mensaje que se debiera dar a la inversión en general y a la minería en particular.

¿Lo segundo?

Lo segundo a nivel federal, es la Ley de Glaciares. Parece mentira, pero nosotros estamos pensando mucho más en el litio, que es lo que la senadora ocupaba hasta acá, no sé si lo va a seguir haciendo con la Mesa del Litio. Pero la verdad es que la Ley de Glaciares impacta de manera directa en el cobre. Casi lo de los ocho proyectos de cobre más importantes que hay en Argentina, creo que seis o siete están en las altas cumbres, y todos tocan o tienen algún vínculo con el ambiente periglaciar que se llama. Y acá la verdad que no podemos seguir dependiendo de una definición nebulosa de periglaciar, y menos todavía de una autoridad, y no estoy criticando a la autoridad, me refiero a la arbitrariedad que genere inestabilidad en un derecho. Piensen en inversiones de billones de dólares, que están dependiendo de que una persona pueda decir o no se impacte en el ambiente periglaciar. Con lo cual habría que buscar una definición y a nivel federal. No depende los recursos, por supuesto, que son de las provincias, pero los requisitos mínimos son de la Nación, y qué mejor manera que determinar qué es un ambiente periglaciar a ese nivel. Así que si me preguntás a nivel federal, estos son los dos grandes cambios, uno es una acción, la otra es un cambio que está pendiente y tiene que ocurrir en beneficio de toda la actividad minera. Toca bajar un escalón.

Ya dijiste a nivel nacional, entonces que falta a nivel provincial...

Creo que a nivel provincial, y acá se pone más complicado, porque tengo la senadora al lado (Favia Royón) y tengo mi gran amigo al fondo, Martín de los Ríos (Ministro de la Producción de Salta), pero hay que hablar de esto también. Y me da la impresión, más que la impresión, tengo la certeza de que lamentablemente estamos con un régimen que es antiguo. A ver, el Juzgado de Mina es de otra época. Esto es lamentable, pero es así, y no es un problema de toda la acción que Martín está llevando adelante y el enorme esfuerzo que hace, que me consta. Ante una institución que ha quedado arcaica ante los enormes niveles de inversión que están ocurriendo en la Argentina, y por lo que recién destacaba la senadora, es todo lo que ha venido pasando hasta acá. Con lo cual habría que pensar tal vez desde cero, desde un nuevo Juzgado de Minas, hasta cómo le damos más velocidad a las aprobaciones de los estudios de impacto ambiental que demoran un año, y cuando uno mira los procesos se da cuenta que es por orden de llegada, y no puede ser tan solo por orden de llegada, tiene que ver también con la importancia de los proyectos. Hay que pensar en los registros de los contratos, en el Juzgado de Minas, de usufructo, de sesión, estos contratos que son centrales para la circulación de la riqueza. Y esto me parece que exige y es mucho más de lo que puede hacer la acción de un solo gobierno, hay que pensar en un sistema, en un nuevo sistema, en un compendio que mire de manera completa y como si fuera un proceso, un proceso que respete con claridad la inversión, que respete con claridad el medio ambiente y que respete con claridad a las comunidades. Esto me parece que depende sobre todo de una ley provincial, pero es lo que habría que empezar a pensar entre todos, sobre todo quienes estamos en el sector minero y ustedes que están en la provincia, como dicen, en el territorio. Esto tiene que ver con la institucionalidad, pero hay algo más, me parece, que toca pensar y tiene que ver, en este caso, con lo que es la articulación, y una palabra me parece espantosa, pero bueno, está de moda allí, vamos a usarla.

Articulación entre qué...

La articulación educativa, de oficio y de trabajo. Hay una idea bien interesante que el intendente de Salta (Emiliano Durand) desarrolló y puso el lugar, no lo conozco, pero me llamó mucho la atención, que es como si fuese un nodo de oficios. Un nodo de oficio en la ciudad. Un nodo que concentra y llama la atención de la gente. ¿Por qué no lo mismo? Para la actividad minera pensado en lugar federal? Pensando en tal vez aquellas intendencias más importantes, donde uno con articulación público privada, porque hay muchas fundaciones de empresas que están funcionando en la provincia y provincias aledañas, donde se lleva adelante de manera un poco desorganizada. ¿Por qué no ordenarlo desde el Estado? ¿Por qué no pensar en estos nodos de desarrollo para oficios, sobre todo, y incluso con el apoyo de las universidades? Para que se acerquen estos espacios a la minería, para que una persona de Cafayate pueda estar cerca y con un oficio para la actividad minera, para que una persona del Valle del Lerma ocurra lo mismo. Esto es una forma de integrar la minería definitivamente a la economía provincial. Así que ese segundo punto creo que habría que pensarlo con detenimiento y exige la acción del estado y de las empresas sobre todo a través de la de las acciones de sus fundaciones. Y un último pensamiento y prometo que me callo. Vamos a pensar en el concepto intergeneracional que me parece muy interesante, y acá hay que dar un salto hacia el futuro y es un desafío, ¿no?

¿En qué consistiría?

El Fondo Soberano más importante del mundo es el Fondo Noruego, y ellos cuando descubrieron petróleo allá en el Mar del Norte, se dieron cuenta que eso no podía quedar en manos de aquí y ahora, que había que pensar en lo que venía más adelante. ¿Por qué no pensar en un Fondo Soberano Provincial para la minería? Que las regalías tengan ese destino y a su vez estén atadas a un objeto específico, educación e infraestructura, es decir, lo que en economía se llama bienes públicos de calidad. Está faltando esto. Así como le hablo de los oficios, falta atar lo que produzcan las regalías, pensarlo al futuro, no solamente para el aquí y ahora, para nuestros nietos, para nuestros hijos, para nuestros biznietos, ya sería augurar demasiado. Pero ¿por qué no pensar ese plano intergeneracional? ¿Por qué no pensar en este Fondo Soberano que sea independiente, como el Fondo Noruego, que directamente se relacione con la educación y la infraestructura? Hay mucho esfuerzo y falta tanto. Piensen ustedes, cuando empiece la gran producción de minería, cómo va a llegar al puerto. Acá hay un RIGI que está tratando el doctor y obviamente por razones lógicas no puede decir nada al respecto, pero ya hay un RIGI vinculado con el aspecto ferroviario de cómo se va a unir el mundo de la minería con el puerto, pero falta más, falta mucho más. Y esto es lo que creo que tenemos que empezar a pensar desde aquí, desde ahora, y una forma de proyectarnos al futuro.

¿Argentina debe ser un país minero, y debe avanzar hacia un país minero? ¿Cómo imaginás las reglas o condiciones para que mañana si cambia el gobierno y viene un gobierno con otra mirada, antagónica a la actual, dice no, listo, de acá minería no? 

Hay una verdad de perogrullo, que la dijo un gran jurista argentino, que era Bielsa, no, el entrenador de fútbol, tampoco la hermana, sino el padre. Le decía, cuando la justicia anda bien, aunque todo ande mal, todo va a andar bien, si la justicia anda mal, aunque todo ande bien, todo va a andar mal. Es una verdad de perogrullo, pero lo que está diciendo es que no es un punto más la institucionalidad y la justicia, es el punto. Tanto es así que el premio nobel de economía del año pasado, justamente Daron Acemoglu, trata exactamente este tema, se trata de la institucionalidad republicana. Y acá esto es lo que hay que prestar atención, sobre todo para industrias como la minera de largo plazo. Una inversión de cuarenta años, no puede estar mirando lo que pasa en cuatro años, tiene que tener seteada de manera clara lo que va a pasar. Y acá, yo no estoy de acuerdo con la extensión o aumentar el número, la Corte no es un botín político. Fíjense ustedes que todo se va a resolver ahí, desde una discusión de una tasa hasta una discusión vinculada con el medio ambiente, hasta una discusión vinculada con el glaciar. No es un no es un botín de reparto la Corte, creo que tenemos que empezar a asumir que el lugar que hay o las reglas que hay, hay que respetarlas y busquemos consenso de ese lugar. Hay personas más que probas para ocupar ese lugar y desde luego tiene que ser una mujer, por supuesto que tiene que ser una mujer. Y en cuanto al glaciar, hay una forma de hacerlo, que es medir, ya está el el el inventario de glaciares, hay que medir el impacto que tiene un peri glaciar en la cuenca acuífera, y esto es un dato objetivo. Eso da objetividad y eso da estabilidad y da seguridad jurídica. Esa es la salida, me parece, más directa al plano.