De la Armada Argentina a las minas de Australia: la historia de Mariana Criado que se hizo viral

Su historia trascendió las fronteras gracias a un reel que se viralizó en Instagram contando su llegada, frustraciones y logros en el sector minero, su testimonio se convirtió en una inspiración para quienes sueñan con dar un giro en sus vidas.

21/08/2025Salta MiningSalta Mining
mariana criado


De trabajar 12 años en la Armada Argentina a terminar en una mina del otro lado del mundo. Esa es la sorprendente historia de Mariana Criado, una mujer que decidió dar un giro radical en su vida y hoy vive en Australia, donde se desempeña en el sector minero. Mariana, que tiene 32 años, recuerda sus raíces: “En Argentina era militar, estuve 12 años en la Armada Argentina, los cinco de estudio más mi carrera. Mis padres también eran militares, cosita que fui siguiendo. La verdad es que la Armada me dio un montón, soy la mujer que soy gracias a la Armada, pero me faltaba algo. Yo sentía que necesitaba algo más, así que era el momento. Me animé”.

“En diciembre del 2024 llegué a Australia con una idea fija, entrar a trabajar en las minas. En una semana ya tenía todo listo, una cuenta bancaria, un nuevo número de teléfono y desde el día uno empecé a postular, pero nada. Mientras tanto, trabajaba en un hostel, en una fábrica manejando un forlift y hasta en una isla paradisíaca, , pero las minas seguían sin aparecer”, ese fue el diálogo con el que Mariana Criado grabó un reel que se viralizó en Instagram y a través del cual la conocimos desde Salta Mining. En el video, relataba con frescura y sinceridad los pasos de su llegada a Australia: 

La historia tuvo un giro inesperado cuando, desanimada, volvió a escribir a una empresa con la que ya había tenido contacto. El desenlace lo contó en ese mismo reel que atrapó miles de reproducciones: “Al otro día me dicen de hacer una entrevista y sin dar muchas vueltas me largan un ‘tenés el puesto’. No lo podía creer. A la mañana siguiente me hice los estudios médicos y al final del día volví al hostel con el uniforme de la empresa en la mano. Ya no era una idea, era un hecho. Acá estoy, feliz, laburando en las minas. Me costó un montón llegar hasta acá, pero valió cada intento, cada frustración. Simplemente no tenés que dejar de insistir”.

Esa decisión la llevó a embarcarse en un nuevo rumbo. Primero pensó en Nueva Zelanda, pero finalmente optó por Australia. “Dije, bueno, no voy a perderme esta oportunidad. ¿Por qué no primero Australia?”, contó. Eligió Perth, en Western Australia, porque “es la ciudad famosa por la mayor cantidad de minas que hay. Podés encontrar en otros lados también, pero esta es la ciudad donde viene la gente a trabajar particularmente en las minas”.

Su llegada fue el 11 de diciembre: “Tenés que abrirte una cuenta bancaria acá, tener el número de teléfono, hacer algunos cursos que te piden. Yo lo que estoy haciendo acá es utility, básicamente apoyo general: kitchen hand, housekeeping, limpiar oficinas, atender el bar por la noche, manejar el forlift cuando llega el camión con la comida”.

Su jornada es intensa. “Trabajo 11 horas por día, desde las 9 de la mañana a las 8:30 de la noche. Me levanto a las 5, entreno, desayuno, hago algo en la compu y arranco. El laburo acá es muy versátil, todos los días tenés una cosita distinta para hacer, que a mí me gusta. No me quejo”.

La modalidad laboral es de roster: “Estoy haciendo 2 semanas por una de descanso. Vivo en el campamento y cuando tengo off, me voy. A veces vuelvo a Perth, otras me voy a Bali. El hostel me permite compartir con chicos de Italia, Francia, argentinos, uruguayos. Está bueno porque no estás tan solo”.

La adaptación cultural también tiene lo suyo. “Ellos cenan a las 4 de la tarde. Para mí es imposible matear y cenar al mismo tiempo. Pero uno se va acostumbrando. Los australianos son bastante secos, muy de su espacio personal. Nosotros los argentinos somos escandalosos, siempre con el mate. Una australiana incluso se compró su propio equipo de mate después de verme”.

En paralelo, Mariana encontró un espacio en las redes sociales: “Hace mucho tenía la idea de grabar y hacer historias. En la Armada no podía. Acá sí quiero mostrar el día a día, contar qué hace uno cuando se va y cómo la vive. No pensé que se iba a hacer tan viral el video y que de la nada apareciera tanta gente preguntándome. Trato de calmar un poco las aguas y decir: está todo bien, te entiendo que quieras venir, pero antes de llegar a las minas hay todo un proceso por detrás. Pasaporte, edad, visa, estudios, fondos económicos. No es fácil”.

Su mensaje es claro: “Vos cuando te vas del país y sos inmigrante, vas a hacer el trabajo que la gente del país no quiere hacer. Vas a limpiar baños, hacer camas. Después, con el tiempo, podés pagar cursos e ir creciendo. Pero no es que llegás y vas a estar en un escritorio. Yo trabajo 11 horas todos los días y hay días que son complicados”.

Sobre su futuro, asegura que no fue a Australia a “probar un año y volver”: “Tengo más o menos pactados cinco años. No me gusta contar mucho, porque las cosas pueden cambiar, pero sí hay un plan detrás. Esto que estoy haciendo ahora me da posibilidades a futuro. No es mi sueño limpiar baños, pero me permite ahorrar y proyectar”.

La experiencia le abrió los ojos sobre la minería australiana. “Acá particularmente están buscando hierro, pero también hay minas de oro. Mi campamento seremos 100 con mucha furia, pero hay otros de 5000 personas. Este está bastante tranquilo”.

La distancia, sin embargo, siempre pesa: “Obviamente Argentina la extraño todos los días. Extraño a mi familia, a mis amigos, extraño la comida y nada, extraño ser argentina. Nosotros tenemos una manera muy diferente de relacionarnos a como se relacionan acá”.

Aun con las dificultades, Mariana asegura estar feliz con el camino elegido: “Me costó un montón llegar hasta acá, pero valió cada intento, cada frustración. Simplemente no tenés que dejar de insistir”.

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