La gestión social en los proyectos mineros, el elemento que equilibra la balanza entre la oportunidad de negocio y el desarrollo local

Florencia Vázquez y Agustín Bertinetti opinan sobre los proyectos mineros como instrumentos de crecimiento económico, de desarrollo regional y de creación de empleo.

Salta 30/05/2024 Salta Mining Salta Mining
foto Agustin Bertinetti

por Florencia Vázquez y Agustín Bertinetti.

Los proyectos de minería tienen efectos multiplicadores: es un instrumento de crecimiento económico, de desarrollo regional y de creación de empleo. Entendiendo las oportunidades de la inversión en proyectos mineros, se desarrolla un conjunto de políticas y herramientas que buscan mejorar su calidad institucional, fortalecer la confianza y la participación ciudadana y multiplicar el impacto y la sostenibilidad de las obras públicas, garantizando mejores resultados de sus políticas para el cierre de brechas de desigualdad. 

Son cada vez más las acciones que se desarrollan en América Latina en relación con la gestión social de proyectos mineros, que se delinean tanto por normas de desempeño de organismos internacionales como a través de buenas prácticas de empresas locales y multinacionales.

Esto demuestra que la temática es un punto de interés para los diferentes niveles del Estado en los países de la región ya que, en líneas generales, existe un consenso en que la gestión social en los proyectos mineros aumenta la confianza, mejora los procesos de gestión y promueve el involucramiento y la apropiación por parte de la ciudadanía local de las decisiones y los resultados. Además, los consensos y normas internacionales de sostenibilidad que se implementan con el apoyo de organismos multilaterales de crédito en los últimos años ha incorporado en su desarrollo estándares sociales con el objetivo de incluir a la población en la toma de decisiones y resguardar a los grupos menos favorecidos.

En este marco, se entiende a la participación como un derecho fundamental y un aspecto central en la gestión de los proyectos de minería, en tanto estrategia igualadora que impacta en la sociedad y en la vida de todas las personas que habitan el territorio. Además, es concebida a partir de una visión integral: como un recurso para mejorar la gestión de proyectos, una garantía democrática y una herramienta clave para promover la transparencia y la rendición de cuentas en el marco de un modelo de gestión de administración abierta. En la etapa inicial del proyecto, el estudio de impacto social está basado en la caracterización, evaluación, seguimiento y gestión de las consecuencias y riesgos sociales de un proyecto sobre su entorno social. La evaluación de los impactos sociales permite identificar los posibles impactos negativos de un proyecto para anticiparlos, mitigar sus efectos y maximizar sus impactos positivos. Es, por lo tanto, una herramienta operativa a partir de la cual se pueden definir estrategias de desarrollo sostenible e inclusivo en las áreas de influencia de los proyectos. 

La elaboración del estudio de impacto social no debe considerarse como un análisis vacío y sin sentido, requerido únicamente para el cumplimiento de las disposiciones legales, ya que sus resultados pueden plantear verdaderos beneficios a las empresas, a las comunidades y al Gobierno, siempre y cuando se lleven a cabo acciones específicas para el manejo de los impactos negativos encontrados.

A la hora de evaluar las diferentes herramientas existentes para la medición de impacto, se encontrará una gran diversidad de ellas. Es importante al abordarlas, considerar que todos estos recursos se diseñan en base a las características de cada proyecto, por lo que seguramente se encuentre contenido a adaptar en cuanto a la especificidad o la escala. De todos modos, es importante poder utilizar las mismas herramientas, para que, al desarrollar el proyecto, pueda generarse continuidad a la estrategia de medición seleccionada.

Otro concepto que es imprescindible manejar a la hora de gestionar las variables sociales de un proyecto es el de partes interesadas, que se define como todas aquellas personas, unidades, organismos o negocios que forman parte de nuestra organización, directa o indirectamente, y que pueden resultar afectados, y generar consecuencias a la organización, si no se cumplen sus expectativas o necesidades. Se definen según la actividad y la incidencia social de cada organización y van desde los organismos de gobierno y control, la comunidad localizada en el área de afectación directa del proyecto, organizaciones sociales con intereses en los objetivos de la empresa, hasta los mismos componentes internos de la organización, entre muchos otros.

Al final del día, el éxito de los proyectos mineros se mide en su capacidad para mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, preservar su patrimonio cultural y proteger el medio ambiente, garantizando un futuro más justo, equitativo y sostenible. Para ello, es primordial poder diseñar, ejecutar y controlar un plan de gestión social que abarque las diferentes etapas, escalas y alcances de cada proyecto minero.

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Resiliencia surge como una propuesta de trabajo conformado por un equipo de profesionales experimentado, comprometido e interdisciplinario, que pone el foco en la gestión social como elemento transformador. Nuestra consultora está integrada por profesionales graduados en sociología, antropología y arqueología y concebimos a la consultoría social como espacio de encuentro y cooperación entre agentes sociales, económicos y culturales, con quienes establecemos la práctica del diálogo e intercambio para alcanzar las metas. 

Hemos diseñado una cartera de servicios amplia, pero siempre con el foco puesto en las particularidades de cada sector y de cada cliente. [email protected].

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